lunes, 23 de julio de 2007

Anti-stress

El último día antes de clases entré al colegio sabiendo que tenía por delante cuatro horas con mi amado -y contracturante- 7º grado. A diez minutos de empezar el día, habiéndolos tenido que hacer callar durante ya tres o cuatro oportunidades, y buscando enfrascarlos en la difícil tarea de Matemática que les había dado (criptogramas para resolver en grupo, y con mucha dificultad), me dije "esto tiene que tener un freno". En vez de hacerlos callar, sólo levanté mi mano, mientras me dirigía hacia mi mochila. Comencé a escuchar cierto silencio; tal vez los críos pensaban que iba a tomar mis cosas e irme, como tantas veces he amagado hacer. Pero no: busqué una pelotita descontracturante, de esas que se usan en fisioterapia para ejercitar los músculos de la mano, y me acerqué hacia ellos con gesto relajado, mientras apretaba y relajaba mi puño al ritmo de mis latidos cardíacos, comentándoles que "me lo había recetado mi psicólogo cuando le comenté sobre ustedes". De más está decir que por un rato no necesité andar diciendo que se callen... el humor puede ser pedagógico.


Jojojo soy re-Patch Adams.

4 comentarios:

Calio dijo...

Jajaja, muy bueno! digamos que o cae de cabeza al psiquiatra (no psicólogo, ojo) o sus alumnos lo harán...

Besos

Unknown dijo...

Ey, que al menos cuando encuentren gente loca en la vida no será una experiencia tan nueva para ellos :hmm:

Gracias por pasarse, y cordiales saludos.

Juan Pablo dijo...

¡PERO SOS UN LADRÓN! Seguro que los criptogramas los sacaste del criptopics o como se llamará el programa ese que ahora no me acuerdo como se llama... ¡LADRÓN! Seguro que en la próxima clase les decís que tiren dados de 20 caras y multipliquen... ¡CHORRO!

"Quiero que me devuelvan el dinero de la cuota... no, el niño pueden quedarselo... no lo quiero."

¡Salú!

Norberto Sánchez, el Sandro de Laferrère dijo...

¿Cómo me va a acusar de esa forma?


Creí haber dejado clara mi postura en cuanto a este tipo de comentarios en el momento en que le tiré tierra al parabrisas de su auto y le escribí "¡sucio, lavame!".

No juegue con fuego, Lemos. Tranquilamente puedo pegarle una calcomanía de "Yo voté a Macri" para la próxima...