Nadia: -¿Puedo decir algo?
Yo: -No, ¡otra vez con eso no! ¡Ayer pasó lo mismo con Fabio, y tuve que llamar a Jacinto para que sea testigo, y sí, él pudo decir "algo", tal como vos pudiste decirlo recién! ¿Es tan difícil, chicos? ¡Ténganse confianza, che!
Medio curso miró sin entender. La otra mitad cayó, y sus risas hicieron que tanto desvarío valga la pena (cabe aclarar que ayer sólo Fabio y Jacinto habían sido testigos de nuestra conversación).
4 comentarios:
JAaaaaaa, me maté de risa ayer y hoy sigo... el gato es perfecto...
NO todos los niños son seres del infierno al parecer... (jeje)
besos
Moitas gracias. Y no, algunos niños llegan a ser queribles... hasta parecen personitas, casi :hmm:
Pero sí, tengo dos grados, uno de los cuales está repleto de locura. De la galopante, me refiero. Estoy agradecido :D
Es demasiado cute todo eso.
Y vos dejá de aprovecharte de mentes inocentes!
Ey, yo sólo soy el cuaderno en el que escriben sus insanos poemas.
O algo así :hmm:
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